• ¡Ahora si es mi turno! -Agrega Zeneida.

    ¡Suerte Zeneida! -le desea Ainhoa.

    Me llamo Zeneida Colina y no fallare. -Concreta.

    ¡Elige destino! -le pide Uvi.

    ¡Iré a este destino! -apunta y se trasladan.

    -Y en el lugar.

    ¡Bienvenida Zeneida! -la reconoce Caliamus.

    Tu amiga Luciana me dejo vivo y voy a por ti. -le plantea.

    El tipo del caballo. -verifica.

    Yo no voy a dejarte vivo, équite Caliamus. -Agrega.

    Buscas la ayuda del famoso, Atila el huno. -le concreta.

    ¡Voy a ejecutarte! -le amenaza.

    Como David venció a Goliat. -Coge una onza.

    ¡Ah! ¡esto juro que lo pagaras! -se enfada.

    ¡No sirvió! -se percata.

    -Zeneida corre a toda velocidad a por él.

    Esto acabara contigo. -le lanza una lanza.

    ¡Casi! ¡estornuda capullo! -le tira pimienta.

    Si te crees que encontraras mi punto débil. -Dice tranquilo.

    Lo intentare, chaval. -Aclara.

    ¡Este tipo es duro! -le dice Uvi.

    -Y aparece Atila.

    ¡Oye tu! métete con alguien de tu tamaño. -le reta Atila.

    ¿Te crees rival de un messenger? -se burla.

    Mira como te agarro, escoria. -lo coge por el cuello.

    ¡Te! -le tira la espada.

    Puedo matarte si lo quiero. -le explica.

    ¡Toma esto! -le trompa con u martillo de guerra.

    Me salvaste la vida, cuando  yo vine a salvarte la tuya. -se sorprende Atila.

    Mira Atila, yo soy inmortal por un poder que me dieron. -le explica.

    Y ese capullo que acaba de trompar, no es el primer rival. -le aclara.

    Ya hemos vencido a tipos con poderes. -le concreta.

    Con razón me estáis costando. -Entiende Caliamus.

    Debo irme para informar de esto. -Dicta.

    Ya se vera a que amiga tuya me enfrento la próxima vez. -le comunica Caliamus.

    -Y se larga del lugar trasladándose.

    Este enemigo tuyo era fuerte. -dice Atila.

    Alguien no quiere que encuentre al hada de las flores. -le aclara.

    -Y en un lugar lejano.

    Ya descubrí la razón de la muerte de los otros messengers. -le comunica Caliamus.

    Les dieron el poder de la inmortalidad. -informa.

    O sea que son difíciles de vencer. -su jefe.

    Bariano, voy a dejarte con cinco de mis messenger. -Dicta.

    ¡No dejes que rescaten a Begonia! -le pide.

    ¡Davido, Leosot, Ravinot, Kreffignet y Solo Caso! -los llama.

    ¡Encargados de esa niña! -ordena.

    Se llama Zeneida. -les dice Caliamus.

    A ver de lo que es capaz. -Serio Kreffignet.

    Yo la visitare el primero, con mis látigos. -se presta Leosot.

    La oscuridad no sera su amiga. -Dice con malicia Ravinot.

    La eliminare con cualquier método. -Dicta Davido.

    Te aseguro que no sobrevivirá a mi. -fanfarronea Solo Caso.

    ¡Debemos ir a por esa chica! -los manda Bariano.

    Con tu poder en mis manos, no podrás vencerme, Begonia. -Se la hecha Bariano.

    ¡Me sacaran de aquí! -Dice furiosa.

    ¡Llevad este carro muy lejos de aquí! -les ordena.

    ¡Eso esta hecho! -Confirma un soldado.

    -Y ellos dos.

    ¿Donde estamos? -se pregunta Zeneida.

    Están moviendo a Begonia. -lo detecta.

    La rescataremos. -le asegura.

    ¡Mi cuello! -lo ahorca un látigo.

    ¡Arg! -Se carga a varios guerreros con el látigo.

    Es tan fácil mataros, que me aburro. -Dice cínico Leosot.

    ¿Con que eres inmortal? ¡toma! -le atrapa el cuello con un látigo.

    Si sufres como cualquiera. -se burla.

    ¡Ni lo pienses! -jala el látigo.

    ¡Me has tirado del caballo! -se enoja Leosot.

    ¿Que no soy inmortal? tu no eres inmortal. -le reprocha Zeneida.

    ¡Vas a morir! -vuelve a intentarlo.

    ¡Toma una descarga! -electrifica su látigo.

    ¡Asquerosa corriente! -Desaparece.

    Menos mal que le venciste. -se alivia.

    ¡Sigamos guerreros! -les ordena.

    Ese mamón se cargo a varios de mis guerreros. -dice fastidiado.

    Debe estar cerca, Begonia. -imagina.

    Ya veo como son esos messengers. -dice clara.

    ¡Sigamos el camino! -le pide Atila.

    -Siguiendo por detrás del carro.

    ¡Estáis empezando a incordiar! -Dice molesto Bariano.

    ¡Toma esta bola! -le lanza.

    ¡Al suelo! -Grita Zeneida. -bomb.

    ¡No sobreviviréis a mis bolas! -les dicta.

    Este es mi trabajo, Bariano. -le para.

    Soy Solo Caso, un messenger con muchas cepos redes. -se presenta.

    ¡Chupados esta! -les lanza una bola.

    ¡Déjame a mi pesado! -se enfada Solo Caso.

    Os cogeré con mis redes. -Avisa SC.

    ¡Redes! -lanza.

    ¡Me cogió! -Dice atrapada Zeneida.

    ¡Toma! -lanza otra bola.

    ¡Cerdo! -bomb.

    ¡No necesitaba que la mataras tu! -Se enfada SC.

    Le pasara lo mismo a la que venga en su lugar. -le dirige.

    ¡Venga! ¡mandad a otra por la muerta! -Grita SC.

    Recuerda que son inmortales. -le recuerda Bariano.

    ¡Si digo que esta muerta, lo esta! -le grita.

    ¿Quien disparo la flecha? -desaparece.

    ¡Estúpido! -lanza otra bola.

    Me diste un bolazo. -cae al suelo.

    No debiste eliminar a Solo Caso. -le coge con una mano, Bariano.

    ¡Mierda de red! -la rompe Zeneida.

    Ese estúpido de Solo Caso, pensó que yo morí sin cumplir el rescate. -le dicta seria.

    ¡Voy a eliminarte de una vez! -lanza varias bolas.

    La red en la que lanzaste una bomba, ¡eran dos mierdas! -dice sonriente.

    ¡Mis bombas no son una mierda! -lanza mas bolas.

    ¡Estos messengers son unos pesados! -se harta Atila.

    Bariano, no tiene pinta de messenger. -Concreta.

    No recuperaréis el poder de Begonia. -Dice y huye.

    Me pareció ver un carro. -Asegura Zeneida.

    Begonia va en ese carro. -le asegura Uvi.

    -Continúan siguiendo al carro.

    ¡Cuidado, Zenei! -advierte Atila.

    ¡Se bajo otro del cielo! -Avisa.

    ¡Id a por ellos! -los manda Ravinot.

    ¡Oscuridad, reina en la zona! -invoca.

    No puedo ver nada. -Sincera.

    Dame algo de luz, o me matan. -le pide Atila.

    No te veo, pero te vencí. -se lo carga.

    ¡Queremos algo de luz! -Y aparece la luz.

    ¡Ahora os vais a enterar! -les dice enojado, Atila.

    No me venceréis de esa manera. -les niega Zeneida.

    ¿Quien sera ese tipo? -se pregunta Zeneida.

    Me llamo Ravinot y no os dejare ver nada. -les sincera.

    Debo descubrir como vencerlo -piensa.

    Inténtalo con una oscuridad verdadera. -Planifica Uvi.

    ¡Es verdad! debo hacer que se oscurezca de verdad. -dice sola.

    Mis hordas os destruirán enseguida. -les aclara.

    Debo dejarle sin ver. -piensa.

    ¡Que aparezca una super caja! -la crea.

    ¡Jope! esa caja es de mi tamaño. -se asusta Ravinot.

    Si es su punto débil, Zenei. -le dice al verlo pálido.

    ¡No escaparas! -ponk. -le atrapa con la caja.

    Mi oscuridad es invocada, pero esta es verdadera. -desaparece.

    Ya conseguimos vencer a tres de ellos. -concreta Zeneida.

    A quien debes rescatar, se aleja. -le comunica Atila.

    -Vuelven a proseguir su camino.

    ¡No te dejaremos pasar! -Se interpone Davido.

    Ya veo de lo que eres capaz. -concreta Keffignet.

    ¡Vendaval mortal! -lo invoca.

    ¡Convertirme en un insecto gigante! -se convierte Davido.

    Usare algún método para acabar contigo. -Dice Davido.

    ¡Voy a perfumarlo todo! -echa un spray.

    ¡Eso no vale! -desaparece Kreffignet.

    ¡Volcano! -lanza lava de volcán.

    ¡No he llegado, para que te interpongas en mi camino! -Dice furiosa.

    ¡Insecticida! -lo echa.

    Eso no sirve contra Davido. -le niega.

    ¿Y esto? -le enseña una tarta.

    ¡Soy alérgico al merengue! -se altera.

    ¡Toma! -se lo tira.

    Pero si es nata, y no me hace daño. -le dice cachondeándose.

    ¡Conviérteme en ciervo volante! -se cambia de avispa.

    Nunca me encontraras con el merengue.  -le dicta oculto.

    Con razón elegiste al ciervo volante. -Entiende.

    ¡Exacto, Zeneida! es el mejor insecto, para estar oculto. -Aplica.

    ¡Te haré salir de ahí! -le grita.

    ¡Me esta atrapando el agujero! -Asustada.

    Esa era mi idea, para coger a este insecto. -le dice con malicia.

    Si te como puedes atizarme la tarta. -se teme.

    ¡Fue una broma! -se arrepiente.

    ¡Ni de coña! -plusch. -le estrella la tarta.

    ¡No! ¿como pudiste confundirte otra vez? -le pregunta.

    Si te crees que solo tiene merengue, ¡te equivocas! -le avisa.

    Tu punto débil era el chantilly, no el merengue. -Dice observadora.

    Descubriste que te mentí y era el chantilly. -Dice y desaparece.

    -Y consiguen seguir.

    ¡Se han cargado a los messengers! -Comunica Bariano.

    ¡Debes escapar con Begonia! -le ordena.

    ¡Ya están cerca! mándame mas messenger y podre. -le pide.

    No puedo arriesgar mas messenger, aquí. -le niega.

    Impediré que liberen a otra de las hadas. -desaparece.

    ¡Matad a los guerreros! -les ordena a los soldados.

    ¡Acaba con ellos! tengo que coger un carro. -le plantea.

    ¡Gané! -se alegra Bariano.

    He subido en tu carro futurista. -le dice sonriente.

    ¡Muérete de una puñetera vez! -lanza otra bola.

    ¡Estoy libre! -se alegra Begonia.

    ¡Vámonos! -le pide Begonia.

    ¡Baja tu! debo conseguir recuperar tu poder. -Dicta Zeneida.

    ¡Suerte! -salta.

    ¡Toma este bolazo! -se lo arrea en la mano.

    ¡Devuélvele su poder a su dueña! -lo logra.

    De todas formas las bolas si eran mías. -se burla.

    ¡Adiós! -se traslada para afuera.

    ¡No te dejare viva! ¡el precipicio! -bomb. -muere en la caída.

    -Y ellas dos.

    No era mi propósito eliminarlo. -le sincera.

    No bajo a tiempo y cayo. -le sincera Begonia.

    Seguramente es el momento de la despedida. -Se percata Atila.

    Debo volver, Atila. -le aclara.

    ¡Suerte! -le desea.

    -se traslada.

    ¡Adiós! -se despide Zeneida.

    -Y al fin llega a su época.

    Me llamo Begonia. -se presenta.

    ¡Ainhoa, es tu turno! -recalca Zeneida.

    Ya veré a cual rescato. -concreta.

    A quien sea, pero ten cuidado. -le avisa Arantza G.

    ¿Alguna novedad? -pregunta Marina.

    ¡Si! Luciana tu enemigo Caliamus sigue vivo. -Comunica.

    Pensé que había muerto y la onda expansiva no era su punto. -lo coge.

    Haber contra quien se enfrenta la próxima vez. -Concluye Luciana.


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  • ¡Gema! -la llama Francisca G.

    ¡Gema! -la llama Antonia G.

    ¡Gema! -la llama Aindora G.

    Me llamáis para buscar al próximo hada. -Les dice sonriente.

    ¡Iré a este punto! -señala.

    ¡Gema Villar, preparada! -Y va.

    -Y en el lugar.

    ¡Bien de soldados! -se atonta Uvi.

    Me llamo Gema y necesito ayuda para encontrar un hada de las flores. -le dice.

    Me llamo Aquiles y te puedo ayudar. -se presta.

    -Por otra parte.

    ¡Haber si tu acabas con esa intrusa, Amadeus! -le dice.

    ¡Haré lo posible por lograrlo! -Le dice Amadeus.

    Te dejo a mis messengers. -Dice.

    Solo suelo dejar 5 de ellos. -explica.

    ¡Cabagnot, Doregan, Caringo, Legoret y Cuarango! -los manda.

    ¡No debemos dejar que liberen a Petunia! -Dicta Cabagnot.

    Mi punto débil no lo conoce nadie. -aclara Caringo.

    Nos esconderemos y les eliminaremos. -plantea Cuarango.

    ¡Les haré añicos! -Dice furioso Legoret.

    Nadie pasa mi neblina. -asegura Doregan.

    -Volviendo a ellos.

    Busco al hada Petunia de las flores. -le comunica.

    A lo mejor no me necesitas. -Dice Aquiles.

    Es que Aqui, suelen mandarnos messengers. -le explica Uvi.

    ¿Mensajeros? ¿para que? -pregunta Aquiles.

    Para impedir que rescaten al hada. -dice y lanza pinchos.

    ¡Jolin! ¡ya apareció uno de ellos! -se alivia al liberarse, Gema.

    Messenger, Caringo ¡os llevare a la muerte! -les dirige.

    Veré si la flecha lo destruye. -flich. -dispara Gema.

    ¡Ja! no puedes encontrar mi punto débil. -se ríe.

    ¡Me encargaré de él! -le da con la espada.

    ¡Incauto! -lo expulsa.

    ¡Chúpate el plasma! -le lanza una bola.

    ¡Insensata! solo atrasas tu muerte. -se burla.

    ¡Quiero saber cual es su punto débil! -pide Gema.

    ¿Una bolsa? -se extraña Uvi.

    Nunca encontraréis su material. -Les niega.

    ¡Necesito una! -Y le aparece.

    ¡No puede ser! -Se enfada.

    ¡Adiós bolsa! -tira pinchos y la rompe.

    Para vencer a Caringo, tenéis que pasar por ellos. -Amadeus se refiere a sus soldados.

    Elímínale en cuanto te despeje el camino. -le pide.

    ¡Jodido, Aquiles! -se cabrea.

    ¡Te pille! -le da con la bolsa.

    ¡Desaparezco! -desaparece.

    ¡Por tu culpa, Aquiles! -Se enfada Amadeus.

    ¡Ya te llegara la hora, niña! -se va furioso Amadeus.

    ¡Zenaida, Pilar, Luciana y tu, me estáis fastidiando. se enfada.

    Duro que llegues muy lejos. -desaparece.

    El tipo que nunca ven, esta otra vez. -Dice Gema.

    Amadeus, sigue ordenes. -Dice Aquiles.

    Dijo que le estoy fastidiando como ellas. -le gusta.

    ¿Donde estará, Petunia? -se pregunta.

    -Salen a la carrera por todas partes.

    ¡Vinimos a descansar un rato! -les dice Aquiles.

    En este bar os rehabilitaréis. -le dice el barman.

    ¡Gracias! -Agradece, Gema.

    El mapa me lleva aquí. -le dice Gema.

    ¿Que mapa? si no tienes mapa. -contradice Aquiles.

    Pero con mi poder, puedo encontrarlas. -Le dicta.

    Aquí estaremos tranquilos. -Dice Gema.

    Hola ¡tenemos hambre! -dice Amadeus.

    ¡Ustedes! ¡atacadles! -ordena.

    ¡Uff! ¡es que no nos dejas comer, Amadeus! -se ofusca, Gema.

    Tendré que darte una lección. -Le dice Aquiles molesto.

    Nunca se interrumpe al que come. -le dirige.

    ¡Guerreros luchad! -da la orden Aquiles.

    ¡Quita de mi camino! -Va cargándoselos, Gema.

    ¡Estúpidos apartad! -Va cargándoselos Aquiles.

    ¡Hi! ¡la próxima vez sera! -se va Amadeus.

    Por fin vamos a comer. -Dice Gema.

    {Esos pesados nos ven cerca} -piensa Aquiles.

    -Después de comer, van a dormir.

    ¡Ahora están durmiendo! -Dice Amadeus.

    Es mi momento, Amadeus. -Dice Legoret.

    Los aplastare mientras duermen. -le dice con malicia.

    -Y se mete en la habitación.

    ¡Uff! -plusch. -trompa la cama y se libra, Gema.

    ¡Eh, tu! -plusch. -escapa Aquiles.

    Suplicad por vuestra vida, por que soy el messenger, Legoret. -se presenta.

    ¡Tomad esto! -pronk. -les atiza un trompazo.

    Si no tuviera la inmortalidad, estaría muerta. -Dice razonando.

    ¡Tu maldita inmortalidad, me esta fastidiando! -Dice furioso.

    Encuentra lo que pueda vencerlo. -le pide Aquiles.

    Yo y mi yunque estamos preparados para destruiros. -les dirige.

    ¡Toma aceite! -lo tira.

    Ese no es mi punto débil. -le dice.

    ¿Cual sera su punto débil? -se pregunta.

    ¡Te destrozare! -le intenta dar.

    ¡Toma esto! -Gema lo agarra y lanza contra el muro.

    ¡Toma! -le trompa con el yunque.

    Antes encontrare tu punto débil. -le dicta.

    ¡Báñate un rato! -activa su poder.

    ¡Uff! casi me elimina. -lo esquiva.

    ¡No! ¡me las pagaras! -desaparece.

    Ya podemos descansar tranquilos. -se alivia Gema.

    Este costo un montón. -Le dice.

    Menos que el primero.  -Contradice Gema.

    ¡Durmamos! -le pide Gema.

    ¡Vale! -Y se duermen.

    -En otra parte.

    Tenéis que impedir que pase de este camino. -les ordena.

    No podrán encontrar el camino. -Le asegura Doregan.

    ¡Se han cargado a Legoret! -les comunica Amadeus.

    ¡Quédate apostado y eliminala! -le ordena a Doregan.

    ¡Estoy harto de que liberen a las hadas! -dice.

    -El día siguiente.

    Veo que no han vuelto a atacarnos. -Verifica Gema.

    ¿Adonde nos dirigimos? -pregunta Aquiles.

    Hacia este camino que te indico. -le responde.

    -Salen otra vez al galope.

    Aquiles, no se ve nada. -comunica un soldado.

    ¡Lo rodearemos! -les manda.

    ¡Voy a inspeccionar! -Dice Uvi y va.

    Un messenger. -lo ve y vuelve.

    ¡Un messenger la maneja! -le informa.

    ¡Yo pasaré! -y se mete.

    No puedes irrumpir en mi neblina. -se enfada Doregan.

    ¡Bola de viento! -le aparta con magia.

    No me has dejado opción. -se enfurece.

    ¡Enciérrala! -cierra la neblina.

    Debo derrotar a ese tipo. -dice.

    ¡Rayo de luz! -lo activa.

    ¿Que es eso? -Se atonta Doregan.

    ¡Jodé! -desaparece.

    Se esfuma la neblina. -dice Aquiles.

    Ahora si podemos pasar. -Dice sonriente, Gema.

    -Y el malo.

    ¡Se están acercando demasiado! -se pone nervioso.

    ¡No dejes que llegue a la cabaña, Cabagnot! -le ordena.

    De aquí dudo que pase. -Niega Amadeus.

    Con mi francotiradora, están muertos. -Dicta Cabagnot.

    ¡Así lo espero! -Dice.

    ¿Así que han liberado a tres? -Dice Amadeus.

    ¡A ti solo debe preocuparte no fallar! -le advierte.

    -Ellos siguen avanzando.

    ¡Mira un pueblo! -Se alegra Gema.

    ¡Oye sol, no jorobes! -se mosca Aquiles.

    ¡Jo! -Salta. -piu.

    ¿Y eso? -se extraña.

    Se llama rifle francotirador, y es de mi época. -le explica.

    ¡Mierda! -piu.

    ¡Jodido francotirador! -se mosca Gema.

    ¡Por aquí! -Gema tira un cuchillo.

    ¡Arg! ¡ya has cabreado a Cabagnot! -le grita.

    ¡Vengo con prisas! -Le apresura.

    ¡Adiós! -le apunta.

    ¡Plasma! -lanza.

    ¡Porras! fuiste mas rápida que yo y me venciste. -se queja y desaparece.

    Debemos estar cerca. -piensa Aquiles.

    ¡Debemos entrar ahí! -le indica y van.

    Petunia ¡por fin te encuentro! -dice contenta.

    ¡Sácame de aquí! -le pide.

    ¡Que enternecedor! -se burla Cuarango.

    Llegasteis a la encerrona de detergente. -les dice.

    ¡La rescatare! -dice frustrada.

    ¡Detergente! -lo expulsa.

    Os he vencido. -Concreta.

    ¿Sigues diciendo que puedes vencerme? -pregunta.

    ¡Vas a pagarlo! -grita.

    ¡Ignorante! estas bajo nuestro poder. -Dicta Amadeus.

    ¡Muerte! -ratata.

    ¡Devuélvesela! -las devuelve.

    ¡Arg! termina con ella. -muere Amadeus.

    ¡Tengo mi poder! -plosch.

    ¡Ha salido de la cárcel! -dice cabreado.

    ¡Ayúdame Petunia! -pide Gema.

    ¡Detergente! -se lo lanza.

    ¡Volveré! -se larga Cuarango.

    Caliamus y tu, habéis sobrevivido a la muerte. -les dice.

    Ya volveréis a otra misión. -les dicta.

    A mi me dejo derribado del caballo. -le explica Caliamus.

    -Y volviendo a ellos.

    Gracias por tu ayuda, pero debo irme. -le explica Gema.

    Tu visita a sido especial. -le especifica.

    ¡Gracias, Gema! -agradece Petunia.

    -Y se trasladan.

    ¡Lo conseguiste, Gema! -Dice feliz, María.

    Soy Petunia. -se presenta.

    Veamos a quien y quien sera la próxima. -les concreta Gema.

    ¡Ellas rescatando con solo 5 años! -dice fastidiada Taitiana G.

    ¡Y nosotras con 3 años, a verlo! -protesta Pilar G.


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  • ¡A ver que lugar elijo! -Esta decidiendo Luciana.

    ¡Este! -indica.

    Te deseamos suerte. -le desea Daniela G.

    Llega victoriosa, Luci. -Le pide Yazmina G.

    ¡Luciana Pasteles, no os defraudara! -les infringe.

    ¡Vayamos a este mundo, Uvi! -Se trasladan.

    -Aparece en un camino.

    Veamos en que mundo estamos. -Analiza Luciana.

    ¡Son romanos! -Le dice.

    Conozco a varios heroes romanos. -Dicta Uvi.

    Creo que es Marco Antonio. -Dice Luciana.

    Hola niña y ninfa, soy Marco Antonio. -se presenta.

    ¡Yo soy Luciana! -se presenta.

    Vinimos aquí para rescatar a una hada de las flores. -le explica Uvi.

    ¡Te ayudaremos! -le dice Marco Antonio.

    -Salen a caballo.

    -Y vigilando.

    Marcelius ¡te di el poder para que gobernaras Roma! -le explica.

    Con el poder del hada, venceré al Cesar. -le infringe.

    Como a los otros, te dejare unos cuantos messenger. -Dice.

    ¡No te fallare, señor! -le asegura Marcelius.

    Soy Kempegnat. -se presenta.

    Yo, Demeros. -se presenta.

    Lieros. -se presenta.

    Cada Loco. -se presenta.

    En el circo tengo a mas. -Avisa y se va.

    ¿Cual es la niña? -pregunta Marcelius.

    Aquella de allí. -le indica.

    ¡No me preguntes cuando me voy! -Se va molesto.

    ¡Debéis eliminar a la niña! -ordena Marcelius.

    Les meteré en el circo. -va para allá.

    -Y ellos.

    Julio Cesar fue raptada por un tirano y nos metió a Marcelius. -Comunica Marco Antonio.

    ¿Sera él, nuestro enemigo? -pregunta a Uvi.

    Un hombre misterioso y un jefe. -piensa Uvi.

    Nuestro enemigo es Marcelius. -Dicta Uvi.

    ¡Pues vaya! -dice Marco.

    -La tierra se pone a temblar.

    ¿Que sucede? -Se extraña Marco.

    Me dijeron Zenaida y Pilar, como actúan los messenger. -Explica.

    ¡Devuélveselo a él! -hace magia Luciana.

    ¡Que porrazo te has metido! -Le dice Demeros.

    ¡Esta me la paga! -Se enfurece Kempegnat.

    ¡Te voy a destrozar! -vuelve a temblar.

    Con mi doble espada, no tendrás oportunidad. -Le dice a Marco, Demeros.

    ¡Probémoslo! -Va a él Marco.

    ¡Toma esto! -le tira una granada al levitar.

    ¡Poñas! ¡ya te daré bomba! -se mosquea Kempegnat.

    ¡Eres un bruto! -Se queja al luchar.

    Voy a matarte, Marco Antonio. -le dice con su segunda espada.

    ¡Ni te lo creas! -hace un movimiento y le para.

    ¡Oh! -prompf. -la trompa contra las piedras.

    ¡Cretino! -Se cabrea al ver lo de Luciana.

    Ahora vas tu. -le dice Demeros.

    Ha sido fácil. -Dice feliz Kempegnat.

    No me has hecho ni un rasguño. -se levanta y se sacude. -se burla de él.

    ¿Como? -Se cabrea.

    ¡Ahora tu! -lo trompa con los puños al suelo.

    ¿Como es posible? -Se sorprende Demeros al verla atizar a Kempegnat.

    ¡Acaba con él, Luciana! -le pide Marco.

    ¡Nadie me trompa contra el suelo! -se cabrea Kempegnat.

    ¡Calla! -corre y le trompa una patada.

    Aniquilaste la roca conmigo. -Dice harto.

    ¡Desaparece! -prompf. -la trompa contra otra roca.

    ¡Bola de pacto! -Se la hecha.

    ¡Que luz tan poderosa! -fulminado.

    ¡Te toca, Marco! -le dice.

    Te he dado. -lo tira al suelo, Demeros.

    Te matare con las dos. -va con las espadas.

    ¡Arg! me la clavaste a mi. -Desaparece.

    ¡Logré derrotarle, Luci! -se alivia.

    Por ahora no han conseguido pararnos. -dice satisfecha.

    ¡Costaron los jodidos! -Dice Marco.

    -Salen al galope.

    ¿Aquí? pueden prepara una trampa. -le avisa Luciana.

    Puede estar aquí encerrada. -le explica Marco.

    Tiene el poder del hada. -le advierte Luciana.

    ¡Arriesga, Luci! -le pide Uvi.

    -Llegando al circo.

    Estáis en terreno peligroso. -dice irónico Cada Loco.

    ¡Si me vencéis entráis al circo! -les reta.

    Pero lo dudo. -dice irónico.

    ¡Cada Loco, ataca! -se presenta.

    ¡Rescataré al hada de las flores! -saca una espada Luciana.

    ¡Morid! ¡ballestas locas! -flich.

    ¡Para a ese ballestero! -le pide Marco.

    No para de tirar flechas. -agobiada.

     Debo preparar una estrategia. -dice al seguir con las flechas.

    ¡Vengaré a mis compañeros! -le grita.

    ¡Me cansaste! -se dirige a él.

    ¡Las flechas no me darán a mi! -utiliza su magia.

    ¿Que diantres, sucede? -Se pregunta CL.

    ¡Vinimos a rescatarla y lo haremos! -le incluye.

    ¡Matadla, flechas! -se ofusca.

    ¡Para ya! -le zumba una bola.

    ¡Estoy herido! -se queja CL.

    ¡Lucha conmigo! -Va a él.

    ¡Iluso! -Le dice CL.

    ¡Las flechas, Marco Antonio! -le avisa Luciana.

    ¡Ni lo pienses! -Se da la vuelta y.

    ¡Me ganasteis! -Desaparece.

    ¡Espera Luciana! -le pide Marco.

    -Y el malo.

    ¡Ahora, Marcelius! -le manda.

    ¡Atrapad a esos dos! -ordena Marcelius.

    -Corren un montones y los cogen.

    Nos metieron en el circo romano. -Le dice Uvi.

    Ahora empieza lo bueno. -Dice Marco.

    ¡La armadura la elijo yo! -grita.

    ¡Aparece armadura en mi! -Y se prepara.

    -Y se abre la puerta.

    Los gladiadores salen a la arena. -Los avisa Marcelius.

    Los que te vamos a matar, te saludan. -Dice con ironía Luciana.

    ¡Gladiadores! -le avisa Marco.

    ¡Venid a mi! -Grita Luciana.

    ¡Soy el gran Torrus! -Se chulea.

    No incordies, Torrus -Se mueve a su alrededor.

    ¡I ah! -le intenta dar.

    Me aburres. -se sienta Luciana.

    ¡Levántate! -grita.

    ¡Incauto! ¡ih ah! -sachs. -Se levanta rapidísimo y le hace un corte letal.

    ¡Niña! -Muere.

    ¡Déjame alguno, coño! -Ve a Marco Antonio.

    ¡Quita! -lo mata Marco.

    ¡Marco Antonio! ¡turbo galope! -corre y se carga a varios.

    ¡Cachis! te los cagaste a todos. -se sorprende Marco.

    ¡Ji, ji, ji! -Aparece un gladiador a caballo.

    ¡Équites matadlo! -ordena.

    ¡Fleje de tíos! -se sorprende Luciana.

    -Empieza a combatirles a todos.

    Debo aprovechar y matarle. -se dice.

    ¡Ahora! -Corre.

    ¡Je! -le da Luciana.

    ¡Sorpresa Luciana! soy el messenger, Caliamus. -se presenta.

    ¡Te voy a destrozar! -intenta darle.

    ¡Puñetero! -saca un poder Luciana.

    ¡Onda expansiva! -lo sacude para atrás.

    Encontrare a la duende. -dice y le lanza una bola.

    Eres muy fuerte. -le dice Lieros.

    ¡Lucha con esto! -Crea unos dobles.

    ¿Que has hecho, desgraciado? -se enfurece Luciana.

    ¡Dobles! tantos Lieros, son imposibles. -Se burla.

    Marco Antonio, es un estorbo. -lo expulsan.

    ¡Te haré pedazos! -grita furiosa.

    ¡Ja, ja, ja! -Se ríe.

    ¿Que pasa?  -Se atonta al ver luz que esta en Luciana.

    Esa energía es muy fuerte. -retrocede.

    Esta derrotando a mis Lieros. -Se asusta.

    ¿Que te sucede, Lieros? -pregunta irónica.

    ¡Nos vemos! -tira una bomba de humo, Lieros.

    ¡Fue arriba! -le señala Marco.

    ¡Le cogeré! -Sube para arriba Luciana.

    -Y sentado.

    ¡Idiota! -se cabrea Marcelius.

    ¡Te tengo! -Le dice Luciana.

    ¡Descarga de bombas! -tira una sunda.

    ¡Apocalipsis del bien! -usa su magia.

    ¡Mi poder! -lo pierde.

    ¡Rescatala! ¡auh! -le trompan a Marco.

    Tu no me vencerás. -Le sacude Marcelius.

    -Y ella.

    Las cárceles. -Entra.

    ¡Auh! -La golpean.

    ¿Estas indefensa? -Se burla Lieros.

    ¡No! -lo hace saltar por los aires.

    ¡He venido a rescataros! -le dice.

    ¡Te lo agradezco, niña! -le agradece.

    Ha sido un placer, Cesar. -se arrodilla.

    Al que trajeron para reemplazarte, esta contra Marco Antonio. -le explica.

    Sin poderes no le vencerá. -le aclara Julio.

    Pues le esta soltando una jalada. -le asegura.

    La duende Geranio esta allí. -le indica y sale.

    ¡Hola niña! -la saluda Geranio.

    Luciana ¡vine a rescatarte! -le aclara.

    -Salen de la cárcel.

    ¡Vas a pagar lo que hiciste! -lo lleva preso.

    Si no llegas a mandar a esos ¡me líquida, Cesar! -Aclara Marco.

    ¡He fallado! -se queja Marcelius.

    -Y a lo lejos.

    ¡Lo siento por ti! -le dice.

    ¡Fue el! ¡capturarle! -manda a un ejercito.

    Es una solemne estupidez, Cesar. -Dice con voz dura.

    ¡Como se las pira! -Dice al llegar un general.

    ¡Escapo, Cesar! -le dice.

    -Y afuera.

    ¡Debemos irnos, Marco Antonio! -se despide Luciana.

    No me olvidare de la Luciana que salvo Roma. -le concluye Marco.

    ¡Vámonos! -Dice Geranio. -bomb.

    ¿Creísteis que había muerto? -Dice con burla.

    Era uno de mis dobles. -se burla.

    ¡Fuerza del geranio! -hace magia.

    ¡Fuerza del océano! -Hace magia Luciana.

    ¡Poder de la destrucción! -Ataca Lieros.

    ¡Mierda! -Destruido.

    -Y se trasladan.

    Soy la duende del geranio. -se presenta.

    Una gran aventura. -Les comunica Luciana.

    ¡Ya van tres! -Dice Pilar.

    Ahora me toca contarlo a mi. -le explica Luciana.

    Ni que lo digas. -Dicta Zenaida.

    ¡María, Marina, Gema, Severiana y Ainhoa! -Las llama Laura.

    ¡Yo me presente primero! -les concreta Gema.

    Sería lo justo, Gema. -De acuerdo María.


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  • ¿Por que os raptaron? -le pregunta Santiaga G a Orquídea.

    No tengo mucha idea. -No sabe.

    ¿Cuantas de nuestras hermanas tienen que ir? -pregunta Daniela G.

    Las que quieran salvarlas. -explica.

    ¡Yo iré a este punto! -señala Pilar.

    A ver a quien encuentras. -dice Orquídea.

    Soy Pilar Quesada. -se presenta.

    ¡Llévame al mundo que señalo! -Dice y desaparece.

    -Llega hasta una zona con un lago.

    ¡Hu! ¡te di un susto! -Se ríe Uvi.

    ¡Uvi! creí que me había ido sola. -se alivia.

    ¿Quien estará en el mundo del Cid? -Se pregunta Uvi.

    Si lo supiera, Uvi. -dice.

    -Llegan unos caballeros.

    ¡Porras! ¡es don Rodrigo Diaz de Vivar, el Cid! -Alucina.

    Te lo dije, atontada. -se burla Uvi.

    Se que estamos en el mundo del Cid campeador, so burlona. -se mosquea.

    ¡Empezamos la búsqueda! -Dicta Uvi.

    ¿Que búsqueda empezáis? -Pregunta El Cid.

    Ha una clase de hada de las flores. -le cuenta.

    ¿Solo vais tu hada y tu? -pregunta.

    ¡Si! a no ser que nos acompañes. -le dirige.

    ¡Iremos! -le dice.

    -Y por allí cerca.

    Otra de las mocosas. -le dice.

    ¡Segundo, elimina a la niña! -le ordena.

    No la chafes como Song Wei. -le pide.

    No rescataran a la niña. -Dice seguro.

    ¡Messengers, destruidles! -Ordena Segundo.

    Seremos mas listos que los de el anterior. -le asegura Kirongo.

    ¡Morirán ante nosotros! -infringe Roti.

    La muerte les alcanzara. -Asegura Causa Dada.

    ¡La pillaremos! -Dice Selanger.

    -Y ellos.

    ¿Donde podrá estar? -se pregunta Pilar.

    ¡Acerquémonos con sigilo! -Dice el Cid a sus hombres.

    ¡Matadles! -Manda Selanger y corre con un grupo.

    ¡Démosle una lección! -Dice Uvi.

    ¡Neblina! -hace magia Pilar.

    ¡Estúpida niña! -Se baja cabreado.

    ¡Ahora verás lo que es un messenger! -Le infringe a Pilar.

    ¡Rayos! -le descarga.

    Eso no mata a Selanger. -Se burla.

    ¡Joder! ¡busca el punto débil de este! -le pide Uvi.

    ¡Chúpate esta! -Sachs. -le da con la espada.

    ¡Ja! -pump. -la trompa.

    ¡Déjala! -le golpea con su escudo.

    ¡Mierda! -desaparece.

    ¿Un escudazo? -Alucina Pilar.

    Fue potra. -le dice el Cid.

    ¡Vámonos antes de que lleguen! -le pide Pilar.

    -Se escabullen en la neblina.

    ¿Donde cojones habrán ido? -se pregunta un caballero.

    ¡Se cargaron a Selanger! -Les dice el caballero.

    -Y viéndolos.

    ¿Donde narices se han ido? -se mosquea Segundo.

    ¡Al norte! -les comunica Segundo.

    ¡Vale! -Dice el caballero y salen al galope.

    -Y ellos.

    Estos tíos se ponen pesados. -se harta el Cid.

    ¡Entremos al castillo! -Propone Pilar.

    -Y se meten dentro.

    ¡Apartad! -bomb. -Kirongo se carga la puerta del castillo.

    ¡Buscadles! -Ordena Kirongo.

    Pilar, no rescataras a nadie. -le niega Kirongo.

    ¡Venid! -los llama.

    Te sacaremos de aquí. -le amenaza un soldado.

    ¡Vez mi poder! -bomb. -se carga a los guardias.

    ¡He llegado! -les dice.

    ¡Cretino! -El Cid va a él.

    ¡Vas a caer! -Empieza de nuevo.

    No debe morir así. -Pilar se pone enmedio.

    ¡Vas a detonar! -bomb. -la tira.

    ¡Tengo inmortalidad! -Dice levantándose.

    Toma de tu propia medicina. -bomb. -la explota.

    ¡Me estas hartando! -Se levanta Kirongo.

    -Empieza un enfrentamiento.

    Menuda pelea se armo. -Se atonta el Cid.

    ¡Fuera! -plumpf. -la trompa contra el muro.

    ¡Bola de luz! -se la lanza.

    ¡Vete! -la coge de la pierna derecha y la tira.

    ¡Me canse! -le coge la mano y lo lanza contra la puerta.

    ¡Eh! ¡arg! -lo lanza por la ventana.

    ¡Rayo mental! -se lo lanza y lo destruye.

    Le has conseguido vencer. -se sorprende el Cid.

    Ni ha sido mi primer victima. -le confiesa.

    ¡Caballeros, estos son muy fuertes para ustedes! -les aclara a sus hombres.

    ¡Te seguiremos! -Dicen.

    ¡Por el Cid! -Van a por los malos.

    Nosotros debemos pensar en algún sitio que este. -Dice Pilar.

    La hada de las flores ¿no? -dice el Cid.

    ¡Exacto! -Dice.

    La misión de rescate continua. -le da prisas Uvi.

    ¡Impaciente! -se mosquea Pilar.

    Saldremos por la puerta. -le dice el Cid y salen.

    Llegaremos hasta el final. -indica Pilar.

    -En medio del camino.

    ¿Creía que no existían? -se alarma al ver un dragón.

    No creo que lo sea. -Niega Pilar.

    ¡No pasaréis de mi! -Les niega Congeri.

    ¡Aparta bellaco! -le grita Pilar.

    No ganaréis a un messenger dragón. -les niega.

    ¡Morid! -flug. -les hecha fuego.

    No le podre contener siempre. -Le dice el Cid.

    Deberé acabar contigo. -le dice Pilar a Congeri.

    Nunca vencerás a Congeri. -le grita.

    ¡Bola de plasma! -contra él.

    ¿Eso es todo? -Se burla.

    ¡Eres mía! -la devora.

    ¿Que coño? -bomb.

    ¡Soy inmortal! -Sale al explotarle una bomba.

    ¡Esta me las pagas! -se enfada Congeri.

    ¡Aquí estoy! -le reta Pilar.

    ¡Muere! -flug.

    ¡Dale vueltas al fuego y devuélvesela! -hace magia.

    ¡Auh! -le con el fuego.

    ¡Maldita mocosa! -se calienta.

    Acércate calentador. -se burla.

    ¡Niñata! -grita.

    ¡Toma boom! -lanza una super bola.

    ¡No! ¡desaparezco! -desapareció.

    Estos messenger, siempre tocando las narices. -Dice molesta.

    ¿Son tan fuertes? -pregunta el Cid.

    Zenaida me hablo de ellos. -Explica.

    ¡Y debemos seguir! -le exige.

    -Cabalgando llegan a una choza.

    Que tranquilo esta todo. -dice desconfiada.

    Ni que lo digas. -Acentúa él.

    -Se pone a tocar la puerta.

    ¿Quien es? -pregunta un hombre.

    Soy el Cid y una niña. -dice.

    ¡No puede pasar! -le niega.

    ¿Ocultas algo? -pregunta Pilar.

    ¡Largo! -Grita.

    Averiguare si oculta algo. -hace magia.

    ¿Que dice? -pregunta Uvi.

    Es una mala persona. -responde.

    ¡Abrid la puerta! -le ordena él.

    ¡Iros de una puñetera vez! -les grita.

    ¡Explota! -bomb. -se carga la puerta con magia.

    Iremos adentro. -le aparta Pilar.

    ¿Y esa? -pregunta él.

    ¡Sacadme de aquí! -les pide Gardenia.

    Segundo, se va a enfadar. -les apunta.

    ¿Una falcon en esta época? -le pregunta Pilar.

    Me la trajo un mensajero de un extraño. -le explica.

    El mismo que manejo a Song Wei. -le dice al Cid.

    ¿Es del futuro? -le dice.

    ¡Apártate de en medio! -le pide Pilar.

    ¡Antes moriréis! -les apunta.

    A ver si me pillas. -le vacila Uvi.

    ¡Te cazare! -le grita.

    ¡Iah! -el Cid rompe la cerradura.

    ¡Gracias! -Agradece Gardenia.

    ¡Salgamos de aquí! -les pide Pilar.

    ¡Vete por ahí! -lo tira afuera con su poder, Uvi.

    ¡Buen trabajo, Uvi! -le alaba Pilar.

    ¡Larguémonos de aquí! -Les dice el Cid.

    -Huyen de allí.

    -Llega Segundo.

    Agliberto ¿eliminaste a los intrusos? -le pregunta.

    Por culpa de una ninfa, las rescataron. -le responde.

    ¡Inútil! -Se enfada.

    ¡Arg! -Muere.

    Ya tuve que matar a Weng Sai y ahora él. -Les comunica.

    Son mas poderosos que él. -le reprocha Segundo.

    ¡Lo se! ¡pero no me importa! -le aclara.

    ¡A por ellos! -Salen al grito.

    ¡Acabad con ellos! -Ordena Segundo.

    Me adelantaré y les matare. -le concreta Roti y va.

    Ya llegaremos nosotros. -le dicta CD a Segundo.

    -Y ellos.

    ¿Por que no salimos? -pregunta Gardenia.

    Se acerca alguien. -Teme Pilar.

    ¡Ja, ja, ja! -la trompa al llegar volando.

    ¡Otro incordio! -Se queja Pilar.

    La muerte os va a llegar. -Va acercándose.

    ¡Luz de estrellas! -Hace magia.

    ¡Maldición! mi punto débil. -Desaparece.

    Se van acercando los últimos. -le previene el Cid.

    Debo recuperar mi poder. -Dicta Gardenia.

    Debo vencer a Segundo. -le dice Pilar.

    -Y al fin llega.

    ¿Os quedasteis quietos? -se extraña Segundo.

    ¡Cargatelos, Causa Dada! -le ordena.

    ¡Te daré una lección! -El Cid va a por él.

    No eres mi rival. -lo expulsa.

    ¡Salto y meteoros! -lo machaca con magia.

    ¡La leche! -Desaparece.

    ¡Te voy a mandar al infierno! -le ataca Segundo.

    ¡Apocalipsis del bien! -lo trompa.

    Me devolviste mi poder. -Se alegra Gardenia.

    ¡Mecachis! -se fastidia Segundo.

    He fallado, mi señor. -Dice.

    A los jefes no os mato. -Dice y se va.

    ¡La próxima, perderá! -se traslada.

    ¡Por mi poder, volvamos a mi época! -lo invoca.

    ¡Gracias, Cid! -Se traslada.

    No me olvidare de ti. -le dice él.

    -Y llegan.

    Soy el duende de la gardenia. -se presenta.

    Segundo rescate hecho. -Se alegra Pilar.

    Os explicare lo que paso. -les dice.

    Sería una gran aventura. -Dice Luciana.

    Ni que lo digas, Luciana. -Afirma.

    Ojala rescatéis a las demás. -le pide Gardenia.

    Os lo agradeceríamos. -Dicta Orquídea.

    Una a una, las rescataremos. -Confirma Gema.

    Para eso somos las pequeñas celestinas. -infringe Ainhoa.

    ¿A quien acompañare? -Se pregunta Uvi.


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  • -Al lograr su nuevo, poder pueden ir a la época o mundo que quieran.

    Voy para ese sitio. -Les dice Zenaida a las demás.

    Dicen que puedo ir a cualquier mundo ahora. -Se dice.

    ¡Llévame a cualquier mundo! -utiliza su poder.

    -Y se traslada dentro.

    ¡Hola, soy Zenaida! -Grita.

    ¡Hola Penaida! -Dice alguien.

    ¡Zenaida, no Penaida! -Se mosquea.

    ¿Si tu lo dices? ¡yo soy Uvi! -se presenta.

    ¿Donde estoy? -pregunta.

    ¿Donde estas? ¡aquí tonta! -Se burla.

    ¿En que mundo estoy? -pregunta.

    ¡En este! -le responde.

    Aclaremos ¿como se llama este lugar? -Dice.

    ¡Oz! -Responde.

    Tu no eres Dorothy Gale. -Dice.

    ¡No! soy Zenaida Detergente. -se presenta.

    ¡Ji, ji, ji! -Se descojona Uvi.

    ¡Oye! ¡no te rías de mi apellido! -se molesta.

    Vine con mi magia. -Explica.

    ¡No sola! -Dice una ardilla.

    No sabía que vino conmigo. -Dicta.

    ¿Como te llamas? -pregunta.

    ¡Aria! me abandonaron. -dice triste.

    Yo te adoptare.

    ¡Uvi te ha mentido! esto no es Oz, si no el bosque de las duendes de las flores. -Dice una.

    ¡Me llamo Orquídea! -Se presenta.

    ¡Yo me llamo Petunia! -se presenta.

    ¡Un se horrible esta gobernando este mundo! -Comunica Geranio.

    ¿Quien es? ¡yo le ganaré! -Asegura.

    ¡Es arriesgado, pero bueno! -Dicta Gardenia.

    ¡Vámonos, Aria! -Va para allá.

    -Y después de mucho camino.

    ¿Así que los robots han sido para superarnos? -Le dice a un robot, uno.

    ¡Yo no lo he dicho! -Dice temeroso el robot.

    ¡Machaquemosle! -Ordena.

    ¡Dejadle en paz! -Grita Zenaida.

    ¡Estúpida mocosa! -Le dice.

    ¡Ahora veréis! ¡jo! -No le sale la magia.

    ¡No puedo hacer una bola de energía! -Se queja.

    Tus poderes no sirven aquí, al no estar las duendes de las flores. -Le niega.

    ¡Si están! -les dice.

    Te tomaron el pelo. ¡eran Marmucos! -Le sincera.

    Me lo temía, Zenaida. -Aclara Aria.

    ¡Traje esto! -poff. -Tira humo y se lleva al robot.

    Te he salvado de esos soldados. -Le dice.

    ¿Como te llamas? -pregunta.

    ¡River Roc! -responde.

    Desde que el tirano Song Wei gobierna. -Le cuenta.

    Los Marmucos están por todos sitios en el mundo de los duendes. -Comunica.

    Raptó a las duendes, para crear su maldad. -Dice.

    ¡Vaya! ¡debemos derrotar a Song Wei! -Le dice.

    ¿Y como, Zenaida? no puedes lanzarle energía. -Le recuerda Aria.

    ¡Lo se, Aria! planificare algo. -Dice.

    -Y observando.

    ¡La engañemos y se chivan los soldados! -Se cabrea un Marmuco.

    Esos insensatos no nos vencerán, Causa Rota. -le aclara.

    Eso espero, Regio. -Dice CR.

    ¡Carega y Gaumari! es hora de asustarla. -Les explica.

    Se están arriesgando, pero mucho, ji, ji, ji. -Dice Gaumari.

    Le vamos a parar. -Le asegura Carega.

    -Y van para allá.

    ¡Aria, cuidado! -los ve.

    ¿Quienes sois? -pregunta.

    ¡Los Messenger! los malditos Marmucos, son unos deslenguados. -le tira, Regio.

    ¿Como? ¿cuanta mentira hay? -se sorprende Aria.

    ¡Nunca encontraras a las duendes! -Le niega Carega.

    ¡No les hagas caso, Zenaida! -le avisa Uvi.

    ¡Bolas inconscientes! -la tira Causa Rota.

    ¡Huyamos, Zenaida! -la apresura Uvi.

    Con este ventilador los rechazaremos. -Activa River Roc.

    -Se escapan de ellos.

    -Continúan el camino.

    ¡Estoy agotada! -Cansada Zenaida.

    ¡Iremos a esa cueva! -les indica Uvi y van.

    ¿No habrán dragones? -pregunta River Roc.

    ¡Métete pesado y calla! -se mosquea Aria.

    ¡Nos arriesgamos y está! -Dicta Zenaida.

    -Se ponen a descansar.

    -Por la mañana.

    ¿Quienes sois y que hacéis aquí? -le pregunta un enano.

    ¡No quisimos molestar! es que nos persiguen. -explica Zenaida.

    ¿Quien os persiguen? -pregunta un 2 enano.

    ¡Los Messenger! -Responde.

    Tuvisteis suerte al encontrar nuestra cueva. -Dicta un 3 enano.

    Los Messenger, son los esbirros de Song Wei. -Le explica el 1.

    Al tu decir cualquier mundo, ¡llegaste a este! -dice.

    ¡Yo me llamo Tarsi! -Se presenta el 1 enano.

    ¡Yo soy Liwinding! -Se presenta el 2 enano.

    ¡Yo soy Krualj! -Se presenta el 3 enano.

    ¡Yo soy Zenaida, ella es Aria y el River Roc! -

    ¿Ya conocéis a Uvi? ¿no? -Pregunta.

    ¡Pues claro! es una burletera reconocida. -Explica Krualj.

    ¡Vaya manera de explicarlo, Krualj! -Se enoja Uvi.

    ¡Y él es llamado! -la corta.

    No estoy aquí, para tus disputas. -Dice seria Zenaida.

    ¡Chinchate! -se burla Krualj.

    ¡Te acompañaremos! -Dice Tarsi y se unen.

    -Van caminando, cuando.

    ¿Que sucede? -Ve a un halcón contra una paloma.

    ¡Socorro! ¡ayudadme por favor! -se los pide.

    ¿Pero es que? -Decía Zenaida y se le posa.

    ¡Dadme a la paloma o atenderos a las consecuencias! -Les amenaza.

    ¡Sungaz! ¡eres un halcón traidor! -se cabrea Song Wei al verle.

    ¡Aprende de Truschan! -Le dice Song Wei.

    ¡Eso! aprende de un gran tirano. -Le dice de burla Truschan.

    ¡No pienso estar en el rapto de las duendes! -aclara Sungaz.

    Si me ayudáis, procurare no comerme a Malusi. -les propone Sungaz.

    Lo has propuesto, Sungaz ¡no la armes! -le dirige Zenaida.

    ¿Que hace una niña aquí? -le pregunta Song Wei.

    Con mi magia me metí en un mundo de aventuras. -le sincera.

    Te metiste en el mundo erróneo. -le sincera Song Wei.

    ¿Tu aventura, es rescatar a las duendes de las flores? -Le pregunta Song Wei.

    No era en lo que yo pensaba, pero. -le responde.

    ¿Sabes que estas en terreno peligroso? ¡metiche! -se enfurece.

    ¡Me voy y adiós! -dice temerosa.

    ¡De esta no sales! -le grita Song Wei.

    ¡Messengers! -los llama.

    ¡Son los incordio! -Dice Regio.

    ¡Librados de ellos! -le ordena.

    ¡Corramos! -Grita Zenaida y se ponen a correr.

    ¿Pensabas que te iba a perdonar? -Le pregunta Liwinding.

    ¡Que va! -le niega.

    ¡Monstruo volador! -se transforma.

    ¡Lo que me faltaba! ¡no me miréis así! -Se teme Aria.

    ¡Oye! ¡Malusi y Sungaz, no toquéis a Aria! -Se enfada.

    ¡Escóndete conmigo! -Le dice a Aria.

    ¡Dejad a la ardilla! -se cabrea Tarsi.

    Es que la ardilla. -escusa Malusi.

    ¡Tus escusas no valen! -Dicta Liwinding.

    ¿Como venceremos a ese hechicero? -les pregunta.

    Primero debemos vencer a los messenger. -Le aclara Tarsi.

    ¡No les podemos despistar! -Se teme Zenaida.

    ¡No os preocupéis! -se escudan y no los ven.

    ¿Donde pueden haberse ido? -Se pregunta Regio.

    Juraría que Strik, tiene algo que ver. -Le menciona CR.

    ¡Desde que ese erizo gano un cuerno! -Se mosquea CR.

    ¡Ya les cogeremos! -Dice Regio.

    ¡Vas a pagarlas, Strik! -enfadado Regio.

    -Se van furiosos.

    ¿Estáis bien? -pregunta Strik.

    ¡Si! ¡gracias, Strik! -Le agradece Zenaida.

    Os pondré a salvo. -le dice y se la lleva.

    -Y llegando.

    ¿Bajo tierra? -pregunta Uvi.

    ¡Es mejor! ¿como se meten ellos? -Pregunta Zenaida.

    ¡No bajaréis por ahí! -Les dice Strik.

    ¡Mirad el botón! -lo toca y no lo ven.

    ¡Yo no espero! -lo toca River Roc e igual.

    ¡Toquemoslo, Aria! -le pide y lo hacen.

    -Lo van tocando todos y lo mismo.

    Estamos dentro por tocar el botón. -Perpleja Zenaida.

    ¡Quien toque el botón se traslada para dentro! -Explica Strik.

    Esto es perfecto. -Se alegra Sungaz.

    ¡Por el túnel nos meteremos en los dominios de Song Wei! -Les comunica Strik.

    ¡Pues nos dirigiremos a su dominio! -Plantea Zenaida.

    ¿Quien viene conmigo? -pregunta.

    Te acompañare. -River Roc.

    ¡No pienso dejarte sola! -Uvi.

    ¡Aria y yo! -le recuerda.

    ¡Te acompañamos! -Tarsi.

    Te debo la vida. -Sungaz.

    ¡Y yo! -Malusi.

    ¡Suerte! -Les desea Strik.

    -Y se dirigen.

    ¡Este es el final del túnel! -los guía.

    ¡Weng Sai, esta vigilando! -Les previene Strik.

    ¡Que grande y corpulento! -Se atonta Zenaida.

    Esta hablando con alguien. -Les dice.

    -Y allí.

    ¡Nunca te liberaremos, Orquídea! -le niega Weng Sai.

    ¿Que planea? ¿quien le ayudo a cogerme? -le pregunta.

    No puedo nombrarle, ¡es mas poderoso que Song Wei! -le aclara.

    ¡Devolvedme a mis compañeras! -le ordena.

    ¡Tienes a Jazmín! -le dicta Weng Sai.

    -Y ellos.

    ¡Hola chicos! me llamo Jazmín. -se presenta.

    Yo Zenaida. ¿no estáis todas juntas? -pregunta.

    ¡No! las metieron en distintos puntos de este mundo. -explica.

    ¡Miente! -Se lanza a él.

    ¡Quitadme este pájaro de encima! -Les pide.

    Sungaz, conoce a los messenger. -Le dice Zenaida a los demás.

    ¡Quizás sea uno! -piensa River Roc.

    ¡Debe ser uno! -Confirma Uvi.

    ¡Messenger! -le pisa Zenaida.

    ¡Estúpida! ¡soy Hoel! -se vuelve a su ser.

    ¡No liberaréis a Orquídea! -Saca unos pinchos.

    ¡Distraedle! -les pide Zenaida.

    ¡He Weng Sai! -lo llama.

    No es Jazmín, si no Hoel. -le dice a Orquídea.

    ¡Mentiroso! -le grita.

    ¡Cállate! -le pega un bofetón.

    ¡Eso no! -Se enfada Zenaida.

    ¡Nosotros le combatiremos! ¡rescatala! -le pide Krualj.

    ¡Vámonos Orquídea! -Se abre su encierro.

    ¡Rápido! -Apresura Orquídea y huyen.

    ¡Ven por aquí! -Le indica Strik.

    ¿Ahí debajo? -se queja.

    ¡Métete, coño! -se enfada y empuja Zenaida.

    ¿Y los demás? -pregunta Orquídea.

    Ya saldrán de alguna manera. -Asegura Aria.

    ¡Rápido! River Roc, dijo que nos fuéramos. -comunica Tarsi y bajan.

    ¡Vete, Malusi! -Le pide Sungaz.

    ¡Le distraeremos los dos! -dice Malusi.

    ¡Mareemosle! -propone Uvi.

    -Y se ponen a dar vueltas.

    ¡Que mareo! -Desaparece Hoel.

    ¡Descubrimos su punto débil! -Se alegra Uvi.

    ¡Eh tu! -Uvi. -Ayudan a River Roc.

    ¡Auh! -Se cae Weng Sai.

    ¡Gracias y vámonos! -Les pide River Roc.

    Si no descubro el punto débil de los messenger, no huimos. -Analiza la situación.

    -Y se escapan.

    -Y llegando.

    Song Wei ¡has perdido a Orquídea! -Se cabrea.

    La culpa fue de Weng Sai y Hoel. -Le escusa.

    Song Wei ¡Hoel ha sido mareado! y Weng Sai esta en el suelo. -Dicta.

    Song Wei ¡acaba con esa niña, antes de que escapen! -le ordena.

    ¡El mundo de las duendes de las flores es mi gobierno y no pueden volver! -le recuerda.

    ¡Tus messenger no han sido capaz de impedirlo! te puse al mando de Oz. -Le dicta.

    ¡Por eso te dije que no las dejaras llegar a Oz! -le grita.

    Solo puedo poseer los dominios de la franja. -le sincera Song Wei.

    ¡No pudiste vencer al mundo esmeralda! -le aclara.

    ¡No dejes que huyan! -le ordena y se va.

    ¡Buscadlos a todos, idiotas! -les ordena Song Wei.

    Nos vengaremos del final de Hoel. -Le asegura Regio.

    No les dejaremos con vida. -Asegura CR.

    ¡Saldremos a por ellos, Song Wei! -Dicta Carega.

    -Y salen.

    -Y ellos.

    ¿Como te regresaremos? -Le pregunta Zenaida.

    Tengo que recuperar mi poder. -le plantea.

    ¡Vamos a marearlos! -Plantea Uvi.

    ¡Buena idea! -Le gusta a Sungaz.

    Encontré vuestro escondite yo solo.  -Les dice CR.

    ¡Ríndete o caerás como Hoel! -avisa Orquídea.

    ¡Jamas os dejare vivos! -Saca unas cuchillas.

    ¡A por él! -Dice Uvi. -Empiezan a dar vueltas.

    ¡Ja, ja, ja! -los trompa a todos.

    A mi no me podréis marear. -les niega.

    ¿Estáis bien? -dice llorosa Zenaida.

    Un robot, 2 aves, 2 roedores, 3 enanos y un hada ¡que ridiculez! -Se burla CR.

    ¡Seréis eliminados por Causa Rota! -Les amenaza.

    ¡De eso nada! -Se interpone.

    Una niña con vestido precioso, me reta. -Se burla CR.

    Soy chica, pero no tengo miedo. -le dirige.

    ¡Me mandaron matarte a ti! -avisa CR.

    Debo esquivarle. -Corre.

    ¡Fuera de aquí! -Utiliza el cuerno.

    ¡El cuerno, arg! -Desaparece CR.

    Cada uno tiene un punto débil. -le confiesa Strik.

    Si tuviera mi poder, la cosa cambiaría. -Le explica Orquídea.

    Si en este mundo pudiera utilizar el mio, igual. -le reprocha.

    ¿Tienes poder? -se extraña.

    Y también inmortalidad. -Le dice Zenaida.

    ¡Saldremos de aquí! -Les dice Strik.

    Tendremos que quitárselo a Song Wei. -Plantea Uvi.

    ¿Adonde iremos? -le pregunta Zenaida.

    A un lugar para vencer a Song Wei. -Los traslada Strik.

    -Y llegan a un lugar de muchas plantas gruesas.

    ¿Estos matos? ¡ay! -le pregunta Orquídea.

    No nos atacaran ni locos. -Niega Zenaida.

    ¡Esto pincha! -se queja Aria.

    ¿Como volamos las tres? -pregunta Sungaz.

    Soy una ninfa y me es fácil. -Se la hecha.

    ¿Una ninfa? -Se pregunta al verla.

    ¿Que sucede, Regio? -Le pregunta Gaumari.

    ¡Seguid buscando ustedes! -les pide.

    Yo me quedo para comprobar si están. -les explica.

    ¡Pobre de ellos, si están! -le dice con malicia, Carega.

    -Y siguen.

    Yo sigo sospechando. -Se dice.

    Causa Rota desapareció y no voy a dejarle solo. -Habla solo.

    ¡Fuera espinos! -flug. -los destroza al bajar.

    Estaba en lo cierto. -Dice.

    ¡Carega, Gaumari, son! -Grita pero no los ve.

    ¡Os machacare yo mismo! -Se lanza contra ellos.

    Regio ¡tu amigo desapareció por un cuerno! -Le explica Zenaida.

    También su punto débil. -le fastidia.

    Vi a Uvi y vine. -les dice.

    ¡Uvi! -Dice fastidiado Strik.

    ¡Esa tontorra! -Dice Krualj burlándose.

    Krualj ¡me tienes hasta las narices! -se enfada al oírle.

    Trajiste a Regio. -le explica Aria.

    Mi punto débil, no lo descubriréis. -Les niega.

    ¡Morid! -les lanza fuego.

    ¡Vayamos por aquí! -les aconseja Zenaida.

    ¡Encontremos la salida! -Se alegra River Roc.

    Los cristales dan mala suerte. -se queja Orquídea.

    ¡A mi no! -Les dice.

    ¡Por encima y! -Uvi coge el cristal y se pone encima de Regio.

    ¿Me dejas una última petición? -le pide Zenaida.

    ¡Vale! -Le deja.

    ¡Mira arriba! -le dice.

    ¡Es la última! el cristal al sol, quema. -Les dice.

    ¡La que me viene, arg! -le quema los ojos al mirar.

    ¡Desgraciados! -Se mueve como loco.

    Tu punto débil, es el cristal con el sol. -Dicta Uvi.

    ¡No! -Muere quemado y desaparece.

    ¡Vaya final, arg! -se asquea Zenaida.

    ¡Gracias, Uvi! -le agradece.

    Solo faltan dos. -les recuerda Orquídea.

    ¡No fastidies la suerte! -se molesta Aria.

    Si llega a encontrar a los dos, no lo contamos. -Analiza Zenaida.

    ¿Cual sera el punto débil de ellos? -Se dice Sungaz.

    -Y continúan el camino.

    ¡Un pueblo! -Divisa Zenaida.

    ¡Que suerte! -Dice Orquídea.

    A por las avellanas. -Va Aria.

    Los pájaros Aria, los pájaros. -le recuerda al cogerla.

    Yo me llevare a Aria ¡ustedes id por ahí mirando! -Plantea.

    ¡Vale! -Acepta River Roc.

    Nos encargaremos de los pájaros. -le asegura Tarsi.

    No hace falta, yo ¡auh! -lo cogen.

    ¡Tu no te quedas con la ardilla! -Le niega Krualj a Sungaz.

    -Y se quedan solas.

    Me llamo Zenaida y ella es Aria. -se presenta.

    No veo a nadie, Zenaida. -Desconcertada Aria.

    Hola me llamo Sauri ¿que queréis? -pregunta.

    Yo un bistec y ella avellanas. -le dice.

    ¡Ahora voy! -Y los hace.

    Tiene muy buena pinta.  -lo coge.

    Zenaida yo no me fío. es la única que veo. -le explica.

    Aprende a confiar, Aria. -le pide con dulzura.

    ¡Volveré a intentar hacer magia aquí! -Le dice.

    ¡Ahora! ¡que aparezca una bola! -Y aparece.

    ¡Aquí si tengo! -Se alegra.

    Quiero saber si puedo comerme el bistec. -Y lo hace.

    El cartel dice que hay veneno. -Le dice Aria.

    ¿Quien es esa mujer? -Vuelve a hacer magia y se convierte.

    ¡Maldita sea! -se enfada Carega.

    ¡Odio la magia buena! -Desaparece Carega.

    Era la magia blanca con Carega. -le dice feliz.

    ¡Falta Gaumari! -le concreta.

    Si no llego a desconfiar. -Dice Aria.

    Y si no llego a hacer magia. -Dice.

    ¡Hubiéramos sido envenenados! -Dicen espantadas.

    -Y llegan los malos.

    Si no te hubieras distraído, Song Wei. -lo ve Gaumari.

    Que iba a saber. -Se queja.

    Voy a enmendar mi error. -utiliza su poder.

    ¿Quien es mágica? -pregunta Song Wei.

    Solo la magia acabaría con Carega. -le dirige.

    ¡Fue la niña! -le señala Gaumari.

    El mio no lo encontraras. -le niega con malicia.

    No creímos a Regio, y ahora Carega. -Dice furioso.

    ¡Voy a hacerte arder! -le lanza fuego.

    ¡Socorro! -Corre a la cocina.

    ¡Voy a matarte! -la persigue por la cocina.

    ¡Gaumari el hielo te puede destruir! -Le recuerda.

    Lo esquivare a mi manera. -Le infringe.

    El hielo es su punto débil. -le avisa Aria.

    ¡Busquemos el hielo! -le pide Zenaida.

    ¡No vayas ahí! -le dice al ir a las neveras.

    El hielo te puede destruir y yo tengo poderes. -Le explica.

    ¡Hielo ve a él! -lo invoca.

    ¡No lo hagas! -Desaparece.

    ¡Tu y yo, Zenaida! -Se acerca cinicámente Song Wei.

    ¿Y tus amigos? -pregunta.

    Recuperare el poder de Orquídea. -Le incluye.

    ¡Combateme, Song Wei! -le reta.

    ¡Poder oscuro,destrúyela! -lo impulsa.

    ¡Apocalipsis del bien! -le combate.

    ¿Y ese poder? -le roba su poder.

    ¡Volverá a su dueña! -le dirige.

    ¡Que aparezca, Orquídea! -Hace magia y la hace aparecer.

    ¡Conseguiste tu poder! -Se alegra Orquídea.

    ¡Y el tuyo! -Se lo da.

    ¡Tu, Song Wei! ¡quedas arrestado! -Hace una cárcel.

    Lo llevaremos a la ciudad esmeralda. -le plantea Orquídea.

    ¡Va a ser fantástico! -Aria ilusionada.

    ¡Nos vamos a la ciudad Esmeralda! -les llama Zenaida.

    ¡Por fin! -Dice Tarsi.

    ¡Nos vamos! -Se alegra Uvi.

    -Y van en camino, cuando.

    ¡No pienso ir, ni dejados ir! -Les apunta con un arma creada.

    River Roc ¿que sucede? -Le pregunta Zenaida.

    Mi propósito era destruir la ciudad Esmeralda, y llego Song Wei. Dice furioso.

    No dejare que Ozma me encuentre. -les aclara.

    ¡Adiós incautos! -Va a disparar.

    ¡No te dejare! -lo lanza Zenaida con su varita al castillo.

    -Y abren la puerta.

    El que quería destruirnos. -Lo ve Ozma.

    ¿Quien nos salvo? -pregunta Ozma.

    Dejó que confiáramos en él y al llegar saco un arma. -le explica.

    Este otro es un intentador de gobernados, Song Wei. -Le comunica.

    Y no nos olvidemos de su halcón. -sigue.

    Los messenger han sido destruidos. -le comunica.

    ¡Están aquí los cinco! -Dice Ozma.

    ¡River Roc, seras castigado con tu socia Malusi! -Le dice seria Ozma y lo llevan.

    ¿Malusi? -Se extraña Sungaz.

    ¡Si! ¡me las piro! -huye.

    ¡Chicos! -les avisa Zenaida.

    ¡Quieta! -la trompa Sungaz.

    ¡Seras arrestada por tus delitos! -le dice furioso Sungaz.

    La búsqueda continuara, Ozma. -Dice Orquídea.

    ¡Suerte Orquídea! -le desea.

    Me llamo Zenaida Detergente! -Se presenta.

    Otra niña protege la ciudad Esmeralda. -le explica.

    ¡Exacto, Zenaida! -Confirma.

    ¡Hasta luego amigos! -se despide.

    Me quedare aquí. -Se despide Aria.

    Gracias por tu compañia, Aria. -se despide.

    ¡Adiós a todos! -se despide.

    Gracias por todo Tarsi, Krualj y Wilinding. -les abraza.

    Siempre te recordaremos Zenaida. -Dice contento Tarsi.

    Te tendremos en nuestros corazones, Zenaida. -dice Krualj.

    Todos te conocerán en Oz, como la gran Zenaida. -Dicta Wilinding.

    Yo seguiré a la que busque a otra duende. -Dice Uvi.

    ¡Es compromiso, Uvi! -le asegura.

    ¡Adiós amiga! -lloriquea Strik.

    ¡Adiós! Sungaz me equivoque al proteger a Malusi. -le sincera.

    Nadie lo sabia, Zenaida. -Aclara Sungaz.

    ¡Adiós, mundo de Oz! -Desaparece.

    -Y llega al mismo sitio.

    ¿Donde estuviste? -pregunta Pilar.

    ¡En Oz! y rescate con amigos a Orquídea. -la presenta.

    Soy el duende de la orquídea. -se presenta.

    Mis hermanas están en distintos mundos. -le explica.

    ¡Nosotras las encontraremos! -Le asegura Zeneida.

    Pero de una a una, no dos en uno. -le explica Orquídea.

    ¡Vale! -Acepta Zeneida.

    Las duendecillas serán rescatadas. -le afirma Pilar.

    ¡No es chupado, tonta! -le avisa Zenaida.

    ¡Nos quisieron matar a nosotras! -le explica.

    ¡Correremos la suerte! -Dicta Pilar.

    ¡Vale! ¿como llegaréis, si no podéis? -pregunta Orquídea.

    Haz aparecer nuestros destinos. -Y aparece un mapa con puntos.

    Mañana ira una de nosotras. -le plantea Zeneida.

    ¡Yo me uno a ellas, Orquídea! -Llega Luciana.

    Se tu nombre por la flor. -Explica.


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